La
"margarita", o, mejor, las "margaritas", pues son varios los nudos de
este nombre, de los que elaboraremos sólo el más sencillo. Es un nudo
marinero por excelencia, y muestra las especiales características de
otros nudos náuticos, ya que no se calienta y dispones de un excelente
apriete, a la vez que se deshace con facilidad. Es fácil de hacer y se
mantiene perfectamente sometido a cualquier esfuerzo. No cambia de
aspecto, incluso si ha permanecido en su lugar durante mucho tiempo, y
no estropea la cuerda (suponiendo que todas las partes se encuentren
bajo la misma tensión). La margarita puede utilizarse para acortar
cualquier longitud de cuerda al largo deseado sin cortarla. El número de
lazos o vueltas efectuados en la cuerda puede variar entre tres y
cinco; ellos determinan tanto el amarre del nudo como la longitud de la
cuerda que se va a acortar. En náutica este nudo se utiliza para
remolcar botes o para maniobra de jarcia, pero tiene muchas otras
aplicaciones. Puede utilizarse para eliminar líneas colgantes o flojas,
acortar vientos, y es bien conocido por los Boy Scouts.
Es utilizado por los campaneros para mantener limpias las cuerdas de
las campanas. Cuando utilice una margarita para acortar un trozo de
cuerda dañada, asegúrese de que el trozo estropeado de la cuerda queda
en el interior de las dos vueltas o lazos.
Elaboración:
Realice el primer medio cote retorciendo la cuerda en el sentido de las
agujas del reloj, el segundo y tercer medios cotes se forman
solapándose ligeramente con el primero y con el mismo diámetro. El firme
de la derecha debe quedar por debajo. El medio cote central se estira
pasándolo a través de los dos laterales; al apretar estos dos lazos
laterales, el nudo adopta su forma. Compruebe la posición exacta de los
medios cotes y después apriete el nudo, asegurándose de que las lazadas
de los extremos son del mismo tamaño.

Otros tipos de "margaritas":

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